Sin desperdicios: crear energía con desechos de comida

La generación de residuos es un problema que la sociedad debe hacer frente.  Según un informe publicado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial se desperdician cada año, lo que representa un total de 1.300 millones de toneladas de alimentos. La mayoría de estos acaban en el vertedero, con el correspondiente impacto negativo medioambiental.

Sin embargo, existen otras alternativas más sostenibles como la valorización energética de los residuos o el aprovechamiento de estos como combustible mediante el biogás.

El biogás es una mezcla de diferentes gases producida por la degradación de materia orgánica en ausencia de oxígeno. Puede generarse a partir de materiales como: residuos vegetales y urbanos, estiércoles, rechazos de la industria agroalimentaria, fangos aerobios, etc. Es una fuente natural de energía y su producción se basa en procesos naturales.

El biogás se quema en una caldera para producir calor, o puede usarse en un motor para producir electricidad o calor. Además, del biogás se obtiene un subproducto importante llamado digestato, que puede utilizarse como fertilizante y sirve para mejorar la calidad del suelo. Esta versatilidad lo convierte en la mejor opción para valorizar residuos orgánicos.

Algunas de las ventajas del biogás son:

  • Comparado a otras energías renovables como energía eólica o la energía solar, el biogás se puede producir sin importar las condiciones climáticas o la hora del día, aspectos determinantes para la producción de energía con paneles solares.
  • Usar biogás ahorra combustible fósil. Se produce dióxido de carbono durante el proceso biológico de producción pero son iguales a la cantidad de CO2 que requieren las plantas para crecer y producir recursos renovables. Por lo tanto, no se produce dióxido de carbono adicional.
  • El uso de bacterias para producir combustible es una gran ventaja económica que no solo es atractiva para las naciones industrializadas, sino también para países emergentes.

Los países europeos donde más se utiliza esta tecnología son Alemania, Suecia, Dinamarca, Holanda y Gran Bretaña. España ya cuenta con plantas de biometano, como por ejemplo la de Valdemingómez, en Madrid.

Además, el biogás es la única energía proveniente de fuentes renovables que puede utilizarse para cualquiera de las grandes aplicaciones energéticas: eléctrica, térmica o como carburante y puede ser almacenada con facilidad para ser usada cuando se necesite.

La producción de biogás y biometano a partir de digestión anaeróbica de desechos se contempla en toda Europa como una importante alternativa energética sostenible frente a las fuentes de energía contaminantes.

Foto: Freepik

También en RRSS