¿Qué es la asertividad? 4 claves para dominarla

Con frecuencia, nos encontramos en el trabajo con situaciones a las que no sabemos bien cómo enfrentarnos: ¿Cómo decirle a un compañero que deje de pedirnos que realicemos sus tareas,  abusando de nuestra confianza? ¿Cómo pedirle a nuestro jefe un aumento de sueldo o un mayor reconocimiento a nuestro trabajo?

Pues bien, para saber actuar correctamente frente a dichas situaciones debemos acudir al término asertividad, que es una habilidad social, una forma de comunicarnos satisfactoriamente con los demás. Sin ser demasiado agresivos ni tampoco pecar de timidez. Consiste en comunicar nuestras ideas o pensamientos, de manera respetuosa y teniendo en mente siempre las consecuencias que se pueden derivar de lo que vayamos a decir. Se trata de no intimidar a los demás, cohibiéndoles y sin dejarles expresarse ni decir lo que realmente piensan, así como de no tener una actitud pasiva, sentirnos coaccionados por nuestro  jefe o algún compañero, y que nos sintamos presionados a decirle “sí” a todo y no nos permita mostrar nuestros pensamientos o ideas.

En el ámbito laboral nos encontramos en constante interacción con otras personas, ya sean compañeros, clientes, jefes…y la falta de asertividad da lugar a numerosos problemas de comunicación, que pueden crear un mal ambiente de trabajo y una menor capacidad resolutiva en cuánto a la confrontación de problemas, debido a que no existe un clima de cooperación en el que cada integrante del equipo busca una solución o aporta una idea, sino que mientras unos toman una actitud agresiva, anulando los mensajes de los demás, otros se dejan llevar por las opiniones ajenas sin dar su punto de vista, tomando una actitud indiferente que limita las posibilidades del conjunto en cuánto a la búsqueda de soluciones.

Algunos de los factores clave de la asertividad son la confianza y la autoestima. Sin confianza ni autoestima no puede haber asertividad. Esto tiene que ver con que se necesita la confianza en las habilidades, creencias y metas de uno mismo para poder demostrar nuestros derechos a través de la conducta asertiva. Es importante creer en lo que hacemos y no tener miedo al fracaso para crear una mentalidad aversiva, ya que de los errores se aprende y hay que saber levantarse sin perder la confianza en uno mismo. Todo esto manteniendo siempre el respeto por las ideas de los demás y sabiendo que una solución acordada por la voluntad de las partes será la mejor.

Existen algunos comportamientos que nos pueden ayudar a tener una conducta asertiva en el ámbito laboral. En el blog de ITConsultora te damos 4 consejos para dominarla:

  1. Valora tu trabajo

Muchas veces ocurre que un empleado realiza un trabajo y todo el mérito se lo atribuye el jefe. Esto puede dar lugar a una desmotivación del empleado, que ve como no ha obtenido recompensa alguna por su esfuerzo. La asertividad nos impulsa a no aceptar con resignación dicha actitud y comunicarle al jefe nuestro desacuerdo y comentarle que nos gustaría ver recompensado nuestro trabajo de alguna forma, siempre de forma educada y con una buena actitud.

  1. Seguridad en ti mismo

Cuando transmitamos una idea o demos una opinión, no podemos caer en el error de desvalorizar nuestro mensaje, como se puede dar en el caso de usar coletillas tipo “no sé si estará bien…”, “no estoy seguro pero…”; esto indica que no tenemos confianza en nosotros mismos y en las ideas que estamos aportando, y será complicado que sin creerlas nosotros con total seguridad primero, otros apuesten por ellas y las tomen en consideración.

  1. Utilizar la comunicación subjetiva

Es importante manifestar en primera persona lo que sentimos, comunicándolo de una forma libre de críticas y lejos de culpabilizar a los demás. En este sentido es fundamental la forma de dirigirnos a nuestros jefes o subordinados, ya que por ejemplo si queremos pedir un aumento de sueldo, no es lo mismo decirle a nuestro jefe: “me gustaría hablar sobre mi salario” que “hay que hablar sobre mi sueldo”. La primera forma sería la adecuada, ya que añade respeto y es más natural.

  1. Brevedad y claridad

A la hora de transmitir un mensaje es importante que este sea breve y claro, para captar la atención de las personas a las que nos estamos dirigiendo y que no pierda valor nuestra idea, ya que si nos extendemos demasiado en el momento de comunicarlo, es posible que los oyentes pierdan la atención u olviden el valor central del mensaje. Por eso si se tiene clara la idea, mejor ser breve y conciso que darle mil rodeos, así conseguiremos que tenga más cabida lo que queremos transmitir.

La asertividad no es una habilidad innata a la persona, qué la tienes o no la tienes, no. La asertividad se puede desarrollar a lo largo de nuestra vida, conforme a las experiencias que vayamos viviendo. Por lo que es importante ir aprendiendo de cada situación a la que nos enfrentemos, para adquirir una mayor capacidad en dicha habilidad y poder aplicarla en nuestro entorno de trabajo.

 

 

 

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