Ya son muchos años trabajando como consultor en Sistemas de Gestión de la Calidad y Medioambiente, y siempre me encuentro con la misma situación: la alta dirección no se preocupa por el sistema de gestión de la empresa y solo aporta los recursos necesarios para mantener “el sello” porque se lo exige un gran cliente, una normativa, etc.
Personalmente y profesionalmente siento pena de esta situación, ya que en mi opinión más humilde, tener ese pensamiento y mantener esa situación en la empresa genera más gastos económicos que si realmente hubiera compromiso por la alta dirección. Las Normas ISO de Calidad y Medioambiente son la mejor herramienta para mejorar la gestión de una organización y optimizar los procesos orientados a cumplir con los requisitos del cliente y mejorar su desempeño ambiental.
Siendo consciente de esta actitud, AENOR, en su última actualización del 2015, da más protagonismo a la alta dirección, otorgándole la capitanía y dirección de un barco que navega más rápido hacia un sistema de mejora continua más comunicativo y participativo por todos los miembros de la empresa.
Tanto la ISO 9.001:2015 como la ISO 14.001:2015 establecen una serie de responsabilidades que debe adquirir la gerencia:
- Como punto de partida, serán los encargados de establecer la Política de Calidad y Medioambiente. Esto significa que no basta con firmar un documento que al leerlo dan su aprobación por estar bien escrito, sino que deben elaborar una estrategia de mejora conforme marca la Norma de referencia:
- Pensar en acciones para la mejora de procesos con el propósito de asegurar la conformidad de los requisitos del cliente.
- Comprobar que todo el sistema cumple con los requisitos legales.
- Hacer partícipes a todos los miembros de la organización para potenciar el compromiso y dar valor a esta iniciativa voluntaria que es la Gestión de la Calidad y el Medioambiente.
- Deben establecer objetivos compatibles con el contexto y la dirección estratégica de la entidad. Dándole un enfoque a procesos y siempre pensando en los riesgos y oportunidades que puedan surgir durante la actividad.
- Comunicar. comprometer, guiar y apoyar a todos los trabajadores para que el sistema de gestión de la calidad y ambiental esté orientada a una mejora continua de los procesos y alcanzar la máxima satisfacción del cliente.
- Estar al tanto en todo momento de los resultados obtenidos de los planes de acción y tomar las decisiones oportunas en la revisión por la dirección.
También puede darse el caso que la empresa esté mal asesorada durante la implantación o mantenimiento de una consultora. A veces, en vez de que el Sistema se adapte a la empresa, es la empresa la que se tiene que adaptar a un Sistema denominado “plantilla”. Eso provoca una gran ineficacia del proceso y la aparición de un sentimiento inútil en el trabajo realizado.
Por eso aconsejo que, durante la reunión para presentar el proyecto a la alta dirección, queden claras las directrices del Sistema de Gestión de la Calidad y Medioambiente, y tomar una decisión de compromiso por parte de gerencia, ya que desarrollar un proyecto sin la “preocupación” del jefe, provoca en definitiva gran pérdida de dinero.
Siempre digo que: “Si no te crees lo que estás haciendo, no sigas”.