Si eres gerente de una empresa, seguramente te has planteado las siguientes preguntas:
- ¿Gestiono bien mi empresa?
- ¿Podría ir mejor?
- ¿Estoy perdiendo dinero?
Dirigir una empresa es muy difícil, en todo momento tienes que tomar decisiones, algunas son fáciles y otras son difíciles en función de los resultados o consecuencias derivados de cada una de ellas. Por ello, es recomendable acudir de vez en cuando a un experto para que te eche una mano en esa complicada tarea de decidir.
Es importante destacar que la estrategia empresarial es la clave del éxito de cualquier empresa, ya que establece la base para el crecimiento de la organización y modela su personalidad. Por ello, es fundamental tener definida una estrategia empresarial para orientar a la organización en la dirección deseada, teniendo claro las acciones a llevar a cabo y los objetivos a alcanzar.
Para que la estrategia esté bien estructurada, hay que realizar un diagnóstico actual y conocer, de esta forma, en qué situación se encuentra la empresa. Lo ideal es que el diagnóstico lo realice un consultor externo y ajeno a la empresa, para que pueda identificar las deficiencias de la forma más objetiva posible.
Tras la evaluación inicial y tomada la fotografía de estado de la empresa, se realiza la definición de la empresa, que consiste básicamente en describir la misión y visión de la empresa a través de la definición de objetivos que deben ser realistas y alcanzables. Un experto puede ayudarte en este aspecto, resolviendo las dudas surgidas y siendo objetivo en las metas establecidas.
El segundo paso es elaborar un mapa de procesos que defina tanto los servicios con los que contará tu organización como las fases que tendrá tu producción y la interrelación entre los diferentes departamentos. Elaborar un mapa de procesos claro, fomentará la comunicación y el estado de cada proceso.
El siguiente paso es poner en valor tu actividad y destacarla frente a la competencia. Si los servicios que ofreces son similares a otras empresas, entonces, lo recomendable es realizar un estudio de mercado y pensar en pequeños detalles que aporten valor a tu negocio y te hagan diferente. Existen consultoras que te pueden ayudar en este paso, destacando tu “atractivo” empresarial y haciéndote más interesante en el mercado.
Si ya has cumplido con todos los pasos anteriores, solo te falta medir la actividad de la empresa para comprobar que los objetivos planteados se están cumpliendo o, en cambio, has sido demasiado atrevido. Para ello debes establecer indicadores estratégicos por todo el proceso productivo para evaluar a estrategia.
Resulta vital tener en cuenta dos aspectos importantes cuando se desarrolla una estrategia empresarial: en primer lugar, la comunicación, todos los trabajadores deben ser notificados de cada proceso para hacerles sentir involucrados e importantes en esta transformación. En segundo lugar, la adaptación a los factores externo. Esto significa que la empresa debe tener en cuenta los cambios que puede haber en el entorno y actuar de forma que no afecte a la estrategia.
Para concluir, debemos subrayar que contar con un experto para la elaboración de la estrategia empresarial, ayudará a elaborar un proyecto real y alcanzable, reduciendo costes y su tiempo de ejecución.
