COMUNIDADES ENERGÉTICAS LOCALES

Gran parte de la población actual tiene presente que hay que hacer algo para poder responder al Cambio climático, pero muchos no saben muy bien que pautas deben seguir para que esto sea posible. Una buena manera de comenzar es comprometiéndose, tanto personas como comunidades, con la utilización de energías renovables. Debemos de trabajar en nuestro entorno, en el ámbito local, y así empezar a fomentar este tipo de iniciativas.

Para acercarnos más a este modelo, se están impulsando Comunidades Energéticas Locales como un instrumento para responder a los retos del cambio climático, además de desarrollar un modelo de empresa social, cooperativa.

Las comunidades energéticas locales son entidades jurídicas, formadas por personas físicas, asociaciones, pymes, administraciones públicas o autoridades locales que abiertamente, voluntariamente y con participación cooperativa, establecen sus objetivos en la obtención de beneficios energéticos, sociales, medioambientales y económicos, para los miembros de una comunidad o localidad.

Su estructura puede variar: desde comunidades pequeñas que producen su energía propia y renovable hasta grandes comunidades donde compañías eléctricas proporcionan la energía para ahorrar dinero en los servicios que ofrecen.

Los miembros que forman parte de este tipo de comunidades se involucran directamente en planificar la implementación de las energías renovables para la posterior producción de energía eléctrica. Además, se implican en el desarrollo de la sostenibilidad y eficiencia energética y en fomentar el ahorro energético.

Las comunidades energéticas locales son entidades sin fines de lucro. Actúan en el ámbito local, dentro de un municipio o en un número limitado de municipios colindantes. Se apoyan en un modelo sostenible de generación, consumo y gestión de la energía. La toma de decisiones sobre los principales asuntos y gestiones se lleva a cabo en función de la igualdad de derechos. Estas comunidades son autónomas e independientes, es decir, su control de la producción de los recursos energéticos está a cargo de sus miembros o accionistas. Los inversores o empresas externas no forman parte del consejo directivo, que es el que tiene la posición de control o ventaja.

Los principales objetivos que tiene una comunidad energética local son:

  • Desarrollar la economía local y fortalecer los lazos de la comunidad.
  • No utilizar energías fósiles y reducir la huella de carbono local.
  • Obtener una mayor eficiencia con un nivel de generación que no supere el nivel de consumo.
  • Invertir en el desarrollo de las energías renovables y no permitir la compra de producción de energía.
  • Destinar el beneficio económico, generado a partir de su actividad relacionada con la energía, a la reducción de costes de energía de los miembros de la comunidad o al desarrollo social de su entorno.

Se encargan de generar energías renovables, bajo el enfoque del autoconsumo compartido y el uso comunitario de la energía generada. Los miembros participan en la distribución de la energía mediante la gestión y mantenimiento de los elementos que forman la red.

La energía se almacena de forma conjunta y se intercambia entre los particulares. Los métodos de producción de estas comunidades normalmente son paneles solares o turbinas eólicas, aunque también existe el uso de energía hidroeléctrica, bioenergía o generadores diésel.

Las principales ventajas de una comunidad energética local son las siguientes:

  1. Protegen el medio ambiente, realizando un mayor uso de energía renovable.
  2. Los consumidores tienen la seguridad de que su electricidad proviene de fuentes renovables, lo que aumenta la coordinación local de los recursos.
  3. Posibilidad de innovación tecnológica por parte de los participantes.
  4. Promueven valores como el respeto, compromiso y trabajo en equipo en la comunidad.

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