¿Qué es una Smart City?
Es algo que preguntan con frecuencia, y con la misma frecuencia les respondemos, “Ciudad Inteligente”.
- “¡Ah!, poner chips y cosas de esas, ¿no?”.
En realidad eso es una “Ciudad Tecnológica”, concepto que no dista mucho del tema por el que me preguntan.
Uno de los principales signos de inteligencia es la capacidad de comunicación para lograr un entendimiento, seguido de una capacidad de preocupación y empatía por aquellos que nos rodean. Este concepto es el que se persigue con la Smart City, una ciudad que piensa por y para sus inquilinos e inquilinas, aumentando el bienestar de éstos y éstas y siendo más respetuosa con el medio ambiente.
Se apoya en la tecnología de distintas formas o en distintos campos:
- Instalando sistemas de gestión de residuos que permiten a los contenedores comunicarse con la central para optimizar la ruta de recogida de basura, gastando menos combustible y, por consiguiente, contaminando menos.
- Para la comunicación con la ciudadanía entran en juego los paneles informativos, aportando datos en tiempo real a los y las viandantes, optimizando su tiempo y concienciando sobre valores ambientales.
- Semáforos e iluminación inteligente, telecontrolada y optimizada permiten disminuir los consumos energéticos adaptando su funcionamiento a las circunstancias de cada día, hora o estación.
- Cargadores de vehículos eléctricos que fomentan su uso y nos recuerdan que la dependencia de otros combustibles genera en núcleos urbanos una incómoda capa.
- Estaciones de bicicletas, para recordarnos que hacer deporte, puede ser divertido, además, contamina menos.
Todo esto, repercute directamente en el bienestar de los y las habitantes, disminuyendo costes de los servicios de su ciudad y aumentando la calidad ambiental.
Y es que, después de todo, es una “Ciudad Inteligente”, y hoy en día, no hay nada más inteligente que preocuparse por el medio ambiente, después de todo… ¿Conoces algún otro planeta al que ir si acabamos con éste?