Este año un nuevo medio ha empezado a ocupar las calles de las ciudades, abriéndose paso por todas y cada una de ellas. Todo comenzó por el alquiler público de bicicletas a lo que se fue añadiendo las motos eléctricas y ahora se han sumado a esta nueva moda los patinetes eléctricos. Muchos medios han preguntado si se considera una moda pasajera o si de verdad debemos prepararnos para comenzar la convivencia con este nuevo medio de transporte.
Es cierto que nos encontramos ante una nueva opción que garantiza el desplazamiento por la ciudad sin riesgo a quedarse sin esa autonomía que nos proporciona. Algunas personas han aprovechado esta innovación y han creado un negocio de alquiler por minutos para así poder moverse por la ciudad tenido que incluir esta oferta dentro del código de circulación.
Este producto ha ido obteniendo bastante importancia en el mercado debido que ofrece libertad de movimiento sin necesidad de tener que disponer de una licencia para conducirlo. Este vehículo de movilidad personal permite desplazarse sin contaminar pero hay dudas sobre por dónde debe circular y conflictos con los peatones.
En Madrid por ejemplo, la regulación que se estableció en 2005 permite a los vehículos transitar por las aceras, esta regulación estaba pensada para los patinetes sin motor. Actualmente este nuevo patinete con motor puede alcanzar 20 o 30 kilómetros por hora, esta es una velocidad mucho más elevada que la de los anteriores patinetes. La nueva regulación de Ordenanza de Movilidad Sostenible, se aprobará en los próximos meses y obligará a estos vehículos a circular por el carril bici o calles de un solo carril que estén limitadas a 30 kilómetros hora. El problema con el que se topa ahora es que la red de carriles bici con la que cuenta la ciudad de Madrid es muy escasa y no está conectada. Empresas conocidas como Uber o Google, están invirtiendo grandes sumas de dinero en marcas como Lime, es una compañía que se encarga del alquiler de patinetes eléctricos por minuto y estos son contratados a través de una aplicación.
Nos encontramos ante un mundo individualizado y expuesto a importantes problemas medioambientales, por lo que este producto representa un modelo de movilidad urbana personal sin prácticamente un coste ambiental. No contamina ni ambiental ni acústicamente: es tan silencioso que es necesario que lleve un timbre para evitar accidentes con peatones y ciclistas. Pero no todo son ventajas, desde el punto de vista del usuario, las ruedas tan pequeñas que posee dificulta su uso en superficies irregulares. También a nivel normativo el terreno no está suficientemente liso, tampoco existe una normativa que regule su utilización, aunque consta que en muchas ciudades ya las están redactando. Los temas que se deben regular en la normativa son, si se considera o no un vehículo, los espacios por los que se puede circular o las responsabilidades que tendría en caso de accidente.
Estamos ante un medio de transporte más divertido y ameno solo nos queda añadirle que también es una movilidad sostenible. La evolución de esta tecnología está dando lugar a una revolución que avanza a pasos gigantescos hacia nuevas formas de movilidad urbana, formas que cada día están más presentes y que reclaman un espacio que están arrebatando irremediablemente al que ocupaban hasta ahora los coches. El tráfico rodado se está encontrando con limitaciones cada día más frecuentes, especialmente en grandes ciudades como Madrid que sufren un exceso de contaminación provocada por el uso masivo de automóviles. Urge cambiar hacia medios de movilidad más ecológicos y sostenibles y en Cityboard encontrarás una empresa pionera con una amplia gama de productos y servicios para conseguirlo.