Hoy en día, la sostenibilidad es una de las cuestiones fundamentales en el seno de cualquier empresa, por lo que la gran mayoría de ellas está apostando por un modelo de negocio en sintonía con la realidad impuesta por el cambio climático. Y gracias al desarrollo y a las nuevas tendencias en tecnología, se está consiguiendo reducir el impacto de éstas en el planeta, sin olvidar tampoco su mejora en cuánto a rentabilidad.
Actualmente, encontramos que los sectores de las infraestructuras y los edificios consumen un 70% de la energía mundial, acentuándose la urgencia de reducir el consumo energético y las emisiones de gases invernadero. Ante dicha necesidad, aparece la digitalización, convirtiéndose en una de las herramientas clave para facilitar la sostenibilidad, además de favorecer el crecimiento de una empresa en este siglo. Según el informe “Living in a World of Data” elaborado por Schneider Electric, la digitalización mejora un 82% la eficiencia energética de los edificios y un 79% el de las infraestructuras.
A pesar de todas las ventajas que nos ofrece la digitalización, sigue habiendo creencias que ponen en duda su aportación en materia de sostenibilidad y crecimiento de la empresa. Vamos a analizarlas:
- El crecimiento económico conlleva un impacto ecológico.
Es posible desvincular el crecimiento de las empresas del impacto ambiental. Los recursos naturales con los que contamos son finitos y la demanda de ellos sigue en constante aumento. Por dicha razón, las empresas deben innovar para que su crecimiento no implique cada vez más gasto energético y de recursos. La tecnología y la digitalización facilitan esta optimización sostenible de los recursos y, al mismo tiempo, reducen las amenazas a la continuidad del negocio. Y para ello surgen innovaciones como la industria 4.0 o las cadenas de suministros sostenibles.
- La sostenibilidad no ayuda a crecer a la empresa.
Las tecnologías que permiten la sostenibilidad de una empresa, también son aquellas que hacen sus procesos más eficientes, productivos y seguros. Según un estudio de Schneider Electric, los responsables de tomar las decisiones en las empresas han empezado a contemplar retornos en tan solo 12 meses desde la implementación de la nueva tecnología.
Las empresas que reducen el consumo de energía en un 30 o 40% pueden lograr una reducción del 10% en sus costes operativos generales, lo que implica que dicha empresa podrá utilizar dicho ahorro como inversión en cualquier otro proceso u oportunidad de mercado que les ayude a obtener un mayor crecimiento económico.
- La gestión de datos sobre sostenibilidad es muy costosa
En la actualidad, cualquier empresa puede aprovechar la tecnología para realizar tareas de seguimiento y generación de informes sobre sostenibilidad. Sin embargo, según un estudio reciente de Schneider Electric, el 80% de las empresas recopila datos, pero solo el 55% dice tener los dispositivos y el software conectados necesarios para aprovechar las oportunidades de ahorro de energía y reducción de la huella de carbono con eficiencia.
Mediante la implementación de tecnología inteligente y conectada, además de recopilar y gestionar datos sobre sostenibilidad de manera eficiente se posibilita la optimización de los procesos de fabricación basados en datos: el feedback y las alertas en tiempo real ayudan a reducir el desperdicio, recortar costes y aumentar los niveles de eficiencia.
Atendiendo al nivel de globalización y competitividad en el que nos encontramos, la inversión en tecnología para las empresas es un elemento necesario para su crecimiento y supervivencia, y aquellas que no le dediquen esfuerzos corren el riesgo de quedarse atrás.